IMPRESIONES SOBRE EL LENGUAJE por Ariana Hernández

Al adquirir mi lengua materna, en repetidas ocasiones me cuestioné acerca de la arbitrariedad entre la imagen acústica y el concepto. Para mí, la palabra “manzana” evocaba al fruto carmesí agridulce que comprábamos los domingos por la mañana en el mercado. No obstante, aquella imagen acústica /manzana/ que continuamente era repetida, mecanizada ya por los hablantes que me rodeaban, fue un tanto difícil de aceptar aunque yo misma la pronunciara en muchas ocasiones. Me preguntaba, ¿por qué le decimos “manzana” y no “pera”?

Al comenzar mis estudios de Lengua y Literatura Modernas Alemanas en la FFyL en la UNAM llegaron palabras sofisticadas y expresiones técnicas a mis oídos que ofrecieron respuestas a las cuestiones que tempranamente me había planteado. Recuerdo con mucho cariño las primeras clases de lengua en alemán, porque fue precisamente ahí donde entendí que la lengua es en sí un sistema tan complejo que requiere, entonces, toda una vida académica para su estudio. La arbitrariedad de la imagen acústica fue sólo el inicio de las cuestiones lingüísticas posteriores.

Entonces, “dócilmente” como una profesora nos dijo una vez, aprendí que, “Apfel” evocaba, como en español, a una manzana. Entendí que la manera más asertiva al aprender una lengua tan compleja como el alemán era tener confianza en que las palabras convencionalmente establecidas lograban, entre otras cosas, una función comunicativa. Fue así que, lo que empezó como una genuina cuestión lingüística se convirtió pronto en un deseo apasionado por entender cada vez más, no solo sobre la lengua, sino también sobre el lenguaje y, de este modo, entenderme/nos, puesto que la vida misma está atravesada por él, porque “todo es lenguaje”. Es decir, la realidad como la percibo es una serie de discursos entrelazados y aunque llegue un punto donde las palabras orbiten en el vacío, puesto que no hay forma de hablar de tal cosa sin referirla con más y más palabras, vale la pena seguir aprendiendo de él, y  vislumbrar pequeños destellos de lucidez: pasos pequeños, pero grandes satisfacciones.

Ariana Hernández, actualmente, es estudiante de la licenciatura de Lengua y Literaturas Modernas Alemanas. Sus campos de interés son la Literatura Contemporánea y la Filosofía del Lenguaje.